El arrepentimiento es el malestar que podemos sentir ante
cualquier acto, sea malo o no. En cambio, el remordimiento solo aparece cuando
hemos realizado una mala acción.
Por ejemplo, podrías arrepentirte por haber dicho “no”
cuando tu hermano te ofreció unos chocolates… y, seguramente, sentirás
remordimiento si le quitas unos cuantos sin que él se dé cuenta.
¿Qué estrategia emplea?
Una sencilla, pero efectiva. Se las ingenia para que no
puedas dejar de pensar en eso malo que hiciste. Así, despierta en ti un
malestar que, poco a poco, va creciendo.
Ese malestar que te remuerde es la culpa.
ESTO ES LO QUE TUVE QUE PONER EL DOMINGO 10
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